Un racimo de uvas que parece bailar sobre el lienzo. Cada fruto está construido con puntillismo y texturas, creando movimiento y jugosidad. Los tonos morados vibran con luz y alegría, invitando a disfrutar la frescura y la energía de lo simple.
Un racimo de uvas que parece bailar sobre el lienzo. Cada fruto está construido con puntillismo y texturas, creando movimiento y jugosidad. Los tonos morados vibran con luz y alegría, invitando a disfrutar la frescura y la energía de lo simple.